XX.      MISCELÁNEA MARIANA

A manera de pinceladas, en este capítulo he incorporado temas cortos y complementarios, que despertarán el interés por ahondar más y profundizar en el estudio de la maternal y siempre Virgen María.

 

1. LA VIRGEN EN LAS ESCRITURAS
2. TÍTULOS CON QUE LA IGLESIA ASOCIA A LA VIRGEN A LA REDENCIÓN DE CRISTO
3. PARALELOS BÍBLICOS
4. IMÁGENES BÍBLICAS
5. LA SOLEDAD DE MARÍA
6. ICONOGRAFÍA MARIANA
7. MÍSTICA CIUDAD DE DIOS
8. SAN ILDEFONSO Y SU LIBRO SOBRE LA VIRGINIDAD PERPETUA DE LA VIRGEN
9. DATOS MARIANOS

10. PAPAS MARIANOS
11. ESCRITO DE S.S. PABLO VI SOBRE EL ANGELUS
12. EL ÚNICO MENSAJE EN ESPAÑOL QUE DIRIGIÓ S.S. JUAN PABLO I
13. ALOCUCIONES MARIANAS
14. PATRONATOS MARIANOS
15. FECHAS MARIANAS IMPORTANTES
16. LOS MARIÓLOGOS MÁS REPRESENTATIVOS
17. MÍSTICOS MARIANOS
18. ¿CÓMO LLAMAN A LA VIRGEN LOS SANTOS?
19. ¿CÓMO LLAMAN A LOS SANTOS DEVOTOS DE MARÍA?
20. IGLESIAS ROMANAS EN HONOR A LA VIRGEN MARIA

 

1.     LA VIRGEN EN LAS ESCRITURAS

Los Exegetas han encontrado en las Sagradas Escrituras muchos pasajes proféticos referentes a la Virgen:

 

- La Iglesia ha visto retratada a la Virgen María en este capítulo:   (Si 24)

 

- La Virgen que ha sido rechazada por los heréticos y hermanos separados, será reconocida y reverenciada:

 

“Acudirán a ti encorvados los hijos de los que te humillaban. Se postrarán a tus pies todos los que te menospreciaban y te llamarán la ciudad de Yahveh, la Sión del Santo de Israel”

(Is 60,14)

 

- Dios eligió a la Virgen para ser madre del creador, y le ha dado “Señorío” para someter al dragón, al diablo:

 

“Enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar”

(Gn 3, 15)

 

“Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza...”

(Ap 12,1s)

- Sobre su Divina Maternidad:

 

“Pues bien, el Señor mismo va a daros una señal: He aquí que una doncella esta encinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel”

(Is 7,14)

 

“Antes de tener dolores dio a luz, antes de llegarle el parto dio a luz varón”.

(Is 66,7)

 

- Esta cita se refiere a la Virgen María. Es un anticipo de la profecía de Simeón:

 

“¿A quién te compararé? ¿A quién te asemejaré hija de Jerusalén? ¿Quién te podrá salvar y consolar, Virgen hija de Sión? Grande como el mar es tu quebranto ¿quién te podrá curar?”

(Lm 2,13)

 

- Los Padres de la Iglesia ven prefigurada en esta cita su “Virginidad Perpetua”:

“Me volvió después hacia el pórtico exterior del santuario que miraba a oriente. Estaba cerrado. Y Yahveh me dijo: Este pórtico permanecerá cerrado. No se le abrirá, y nadie pasará por él, ha pasado Yahveh, el Dios de Israel. Quedará, pues cerrado. Pero el príncipe si podrá sentarse en él para tomar su comida en presencia de Yahveh. Entrará por el vestíbulo del pórtico y por el mismo saldrá”.                 

(Ez 44, 1-3)

 

- Sobre su Maternidad Espiritual. Jesús la constituye en Madre Nuestra:

 

“Jesús viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa”.

(Jn 19,26-27)

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2.     TÍTULOS CON QUE LA IGLESIA ASOCIA A LA VIRGEN A LA REDENCIÓN DE CRISTO

La iglesia ha querido invocar a la Virgen con los más sugestivos y variados títulos con el propósito de ligarla estrechamente a la obra salvadora y redentora de Cristo, que ha muerto y ha resucitado para  rescatar al hombre de la muerte y el pecado. Revisando la doctrina y el magisterio de la iglesia, he intentado recoger y adaptar de la mejor forma y en orden, los títulos que a mi manera de ver le corresponde  por justicia divina a la Virgen: MADRE ESPIRITUAL DE LOS CRISTIANOS, MEDIADORA UNIVERSAL ANTE SU UNIGÉNITO HIJO, DISPENSADORA UNIVERSAL DE TODAS LAS GRACIAS, CORREDENTORA DE LA SALVACIÓN, ABOGADA DE FIELES Y PECADORES, REINA Y SEÑORA DEL UNIVERSO.

 

LA VIRGEN COMO MADRE NUESTRA: RUEGA, OBTIENE Y DISPENSA

 

La Virgen, desde el momento en que aceptó concebir en su seno para ser la Madre de Dios, el Altísimo la colmó de todos los dones celestiales, y llena de gracia como le anunció el ángel, fue preparada (conservaba cuidadosamente todas las cosas en su corazón) (Lc 2, 51), para alumbrar espiritualmente al género humano al pie de la Cruz[1], constituyéndose así en madre nuestra. Si se quiere en otras palabras, junto a la cruz fuimos adoptados como hijos suyos. En ese instante aparte de su maternidad espiritual, la Virgen recibió de Dios otra sublime misión: la de interceder por la iglesia y la humanidad por toda la eternidad, mérito alcanzado por su participación y colaboración en la redención del género humano, al ser testigo fiel en cuerpo y alma de la pasión de su Hijo, consumada y sellada posteriormente con su muerte en la cruz y su gloriosa resurrección.   

 

Por esta donación total de la Santísima Virgen, como fue el martirio sufrido en su corazón, Dios la ha elevado y ensalzado aún más, concediéndole todos los tesoros de su divina gracia, para que finalmente sea Ella y únicamente Ella, la repartidora universal de todos los bienes celestiales.  

 

En conclusión, desde el momento en que la Virgen, al pie de la cruz  fue constituida en madre nuestra, su sola presencia en medio de los apóstoles, santificó a la iglesia naciente (Hch 1, 14); y cuando fue elevada al cielo, Dios Padre le encargó por toda la eternidad, el oficio eterno y sagrado de ROGAR (mediar, abogar, interceder), OBTENER (por los méritos de su corazón traspasado) y DISPENSAR (disponer) de todas las gracias necesarias para que el hombre alcance la salvación.

 

Quisiera explicar todo esto más a fondo..., porque se pensaría, erróneamente, que la Virgen ha suplantado a Cristo en la obra de la salvación, al contrario y lo digo por experiencia propia, Ella es la guía invisible que nos lleva a la iglesia para entregarnos a Cristo CRUCIFI CADO. Camino, verdad y vida (Jn 14, 6).    

   

Veamos ahora la pureza de pensamiento de los santos y pontífices sobre las prerrogativas mencionadas: MEDIADORA, REDENTORA Y DISPENSADORA.  

MEDIADORA[2]:

 

San Luis de Montfort en su Tratado de la verdadera Devoción a la Sma. Virgen, tomando como referencia los escritos de San Buenaventura y San Bernardo dice:

 

“Para llegar a Dios tenemos que subir tres escalones: el primero más cercano y adaptado a nuestras posibilidades, es María; el segundo es Jesucristo y el tercero es Dios Padre. Para llegar a Jesucristo hay que ir a María, nuestra Mediadora de intercesión. Para llegar hasta el Padre hay que ir al Hijo, que es nuestro Mediador de redención”.

 

Otros insignes santos han manifestado lo siguiente al respecto:

 

“El hombre tiene: como Mediador de su causa ante el Padre, al Hijo. Y como mediador ante el Hijo, a la Madre”. (San Buenaventura)

 

“Así como Cristo es mediador nuestro, también su madre es mediadora, porque procura la reconciliación de los pecadores con Dios”. (San Antonino de Florencia)

 

“Es voluntad de Dios que obtengamos todo favor mediante María. Que todos y cada uno se apresuren a  recurrir a María”. (San Bernardo)

“Por lo tanto pecadores míos dad gracias al que os proveyó de semejante mediadora”. (San Bernardo)

“Al colmar el Espíritu Santo a la Virgen de tanta dulzura, la hizo tan agradable a los ojos de Dios, que todos los que pidieren por su mediación alguna gracia, la alcanzarán infaliblemente”. (Santa Matilde)

 

El Papa Pío X en su encíclica Ad deim illum dice:

 

“Por esta razón de sociedad de dolores y de angustias, ya mencionada, entre la Madre y el Hijo, se ha concedido a la augusta Virgen que sea poderosísima mediadora y conciliadora de todo el orbe ante su Unigénito Hijo”. (San Pío X)

 

El 30 de enero de 1979, El Papa Juan Pablo II en su visita a la Basílica de Nuestra Señora de Zapopan, en Guadalajara-México, hablando de la mediación de la Virgen María manifestó:

 

“Lejos de empañar la mediación insustituible y única de Cristo, esta función de María, acogida por la piedad popular la pone de relieve y sirve para demostrar su poder, como enseña el Concilio Vaticano II (“Lumen Gentium”, núm 60), porque todo lo que ella es y tiene le viene de la superabundancia de los méritos de Cristo. Se apoya en su mediación y a él conduce (ib)”.   

CORREDENTORA:

De San Germán de Constantinopla son estas expresiones:

 

“La esperanza de mi salvación”.

“Nadie está a salvo, si no es por ti, Oh Madre de Dios”.

“Nadie ha sido redimido sin tu intervención”.

“Poderosa es tu ayuda para la salvación, oh Madre de Dios”. 

 

Arnaldo de Chartes (†1160), considerado como el primer gran exponente de esta prerrogativa mariana, trató el tema con una claridad asombrosa:

“En el calvario Cristo y María juntos realizaron la tarea de la redención del hombre. Los dos ofrecieron un mismo sacrificio a Dios: ella en la sangre de su corazón y mediante su compasión; Él en la sangre de la carne... a fin de que, junto con Cristo, ella obtuviera un efecto común en la salvación del mundo”.

 

Juan Geómetra la llama “redención de la servidumbre”.

 

Los Papas también se han manifestado. El Papa Benedicto XV expresó lo siguiente:

“Hasta tal extremo (María) sufrió y casi murió con su Hijo dolorido y moribundo; hasta tal extremo abdicó de sus derechos maternales sobre el Hijo para la salvación del hombre, y lo inmoló –en cuanto ella podía hacerlo- a fin de aplacar la justicia del Dios, que podemos decir, con razón, que redimió al género humano junto con Cristo”. (Papa Benedicto XV) 

 

El Papa León XIII dijo que la Virgen “Fue hecha partícipe de la redención humana”. El Papa Pío XII, en su Carta Encíclica Fulgens Corona, en forma corta, anota en primer lugar, la elección de que ha sido objeto la Virgen María para ser la Madre de Dios, y concluye citando las palabras de Pío XI, aceptando (aunque sin mencionarlo), que su principal función consistió en ser, la “Corredentora del género humano”:   

“Se puede decir que esta gloriosísima Señora fue escogida para Madre de Cristo principalmente para ser asociada a la redención del género humano”.

 

El Papa Pablo VI en la audiencia general del miércoles 30 de mayo de 1973 hablando del año santo y el Culto a la Virgen, expuso la relación existente entre Cristo, (único mediador) y la Virgen María (cooperadora del plan redentor e intercesora nuestra):

 

“Se abre ahora ante nosotros un gran panorama teológico, propio de la doctrina católica, en el que vemos cómo el designio divino de la salvación, ofrecida al mundo, por el único mediador, eficaz por virtud propia, entre Dios y los hombres, que es Cristo Jesús (cf. 1 Tm 2, 5; Hb 12, 24), se realiza con la cooperación humana, maravillosamente asociada a la obra divina (f. H. DE LUBAC, Méd. Sur l´ Egl., p. 241, ss.). Y ¿qué cooperación humana ha sido elegida, en la historia de nuestros destinos cristianos, como primera por su función, por su dignidad, por su eficiencia, no puramente instrumental y física, sino en cuanto factor predestinado, pero libre y perfectamente dócil, sino la de María? (cf. Lumen gentium, 56)

Puestos a hablar así sobre la Virgen no acabaríamos nunca. Pero ahora, para nosotros, después de habernos anclado en la doctrina que la coloca en el centro del plan redentor como la primera y, en cierto sentido, indispensable junto a Cristo nuestro Salvador, bastará recordar y afirmar de qué modo el éxito renovador del Año Santo dependerá de su asistencia, de su intercesión ”.

DISPENSADORA DE GRACIA:

San Luis María Grignion de Montfort, el paladín de la Virgen, en su obra El Secreto de María, refiere textualmente lo que dice un santo:

“Según el poder que Ella ha recibido de Dios –en expresión de San Bernardino-, reparte a quien quiere, como quiere, cuando quiere y cuanto quiere las gracias del Padre, las virtudes del Hijo y los dones del Espíritu Santo”.

Algo parecido escribirá el santo en su Tratado de  la Verdadera Devoción a la Sma. Virgen:

“Dios Espíritu Santo comunicó sus dones a María, su fiel Esposa, y la escogió por dispensadora de cuanto posee. De Manera que ella distribuye a quien quiere, cuanto quiere, como quiere y cuando quiere todos sus dones y gracias”. 

 

En otra parte de sus escritos Montfort dice:

“Dios la escogió como tesorera, administradora y dispensadora de todas de sus gracias”.

“El Espíritu Santo nos comunica sus gracias y carismas solamente con la intervención de María”.

He aquí otros testimonios de varios santos y Papas:

“Dios no se comunica no de ordinario a los hombres, en el orden de la gracia, sino por medio de María”. (Santo Tomás de Aquino)  

“Todo lo que pienses ofrecer no olvides encomendarlo a María, para que la gracia vuelva al dador de la gracia por el mismo cauce por donde fluyó”. (San Bernardo)

“Dios ha querido no concedernos nada que no pase por las manos de María”. (San Bernardo).

“Tú eres la dispensadora de las gracias divinas; nada nos concede tu bendito Hijo sin pasar antes por tus manos piadosísimas”. (Raimundo Jordán)

“Si María recibió tal abundancia de gracias, fue con el fin de hacer partícipes de ellas a los hombres que la invoquen. Recurrid a María y aprovecharos cuidadosamente de las muchas gracias que podéis recibir de Ella”. (San Juan Bautista de la Salle

“Es doctrina común de los santos que nadie se salva sino por intercesión de María, y que al presente Dios no otorga gracia alguna al mundo, si la súplica no está firmada por la mano bendita de María”. (San Leonardo de Porto Mauricio)

“Dios que nos dio a Jesucristo, quiere que todas las gracias que han sido, son y serán dispensadas a los hombres hasta el fin del mundo por los méritos de Jesucristo, sean dispensadas por las manos y por la intercesión de María”. (San Alfonso María de Ligorio)

“Con igual verdad puede afirmarse que, por voluntad de Dios, nada del inmenso tesoro de todas las gracias que el Señor ha acumulado nos viene si no es por María”. (Papa León XIII)

“Dios ha encomendado a María el tesoro de todos los bienes, a fin de que todos sepan que por ella se obtiene toda esperanza, toda gracia y toda salvación. Porque esta es su voluntad: que obtengamos todas las cosas por María”. (Pío IX)

“Pues ella, madre de Dios y administradora de las gracias celestiales, ha sido colocada en los cielos sobre el más excelso trono del  poder y la gloria, para conceder el socorro de su patrocinio a los hombres en su peregrinación por la tierra, llena siempre de trabajos y peligros”. (Pío XI)

 

Para terminar, citaré en primer lugar la admirable frase de San Bernardo, y luego las significativas palabras del padre Severino M. Ragazzini[3], Franciscano Conventual, que en cierto modo resume todo:

 

“Admirad conmigo a la inventora de la gracia, a la mediadora de la salvación y a la restauradora de los siglos”.

“Es forzoso gritar a la Virgen con toda nuestra alegría: NOS HAS SALVADO LA VIDA, nuestra salvación está en tus mano (Gn 47, 25), ¡oh María! Tan extendido está tu poder, que distribuye los tesoros de Dios en todas partes, en el cielo y en la tierra... ”. 


 

 

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3.     PARALELOS BÍBLICOS     

 

Del antiguo escrito Analecta Hymnica. Aev[4], el padre Narciso García Garcés en su libro “La Virgen y la Eucaristía” ha seleccionado estas citas, en las que los padres de la iglesia han visto prefigurada a la Virgen María:

“Árbol cuyo fruto habría preservado a Adán, si de él hubiera comido”. Cf. Gn 2,9 y Pr 3,18.

“Arca del Nuevo Testamento, que contiene el maná de los cristianos”. Cf. Hb 9,4.

“Arca de la alianza que encierra los misterios”. Cf. 1 R 8, 9 y Ex 26, 34.

 

“Bodega de vino”. Cf. Ct 2, 4.

 

“Cántaro de harina celestial que no se agota”. Cf. 1 R 17, 16.

“Casa que, para su morada, fabricó la sabiduría”. Cf. Pr 9,I.

“Cestilla de Moisés”. Cf. Ex 2, 3-5.

“Ciudad de refugio abierta a los perseguidos”. Cf. Jos 20, 9.

 

“Estrella de Jacob”. Cf. Nm 24,17.

“Lámina de oro con la cual, sobre la frente, ofrecía el sacerdote el sacrificio”. Cf. Ex 28, 36-38. 

“Lirio de los valles”. Cf. Ct. 2, 1-2.

“Mesa de oro en que se deposita el pan de vida”. Cf. Ex. 25,23 y 30; 2 Cro 13, 11.

“Nave de mercader que trae de lejos el pan’. Cf. Pr 31,14.

“Nardo precioso que nos conforta con su perfume”. Cf. Ct 1, 12.

 

“Paraíso de delicias donde está plantado el árbol de vida”. Cf. Gn 2, 8-9.

“Piedra de la cual brota abundante el agua que apega nuestra sed”. Ex 17, 6; Sal 77, 20.

“Piedra preciosa del racional del sacerdote”. Cf. Ex 28, 15-30.

“Raquel hermosa que nos da al verdadero José que repara el hambre del mundo”. Cf. Gn 41, 54-57.

“Tierra que, con rocío del cielo, germinó al Salvador”. Cf. Is 45, 8.

“Trigo (Montón de) circundado de lirios”. Cf. Ct 7, 2.

“Trono de marfil del verdadero Salomón”. Cf. 1 R 10, 18-20.

“Urna de oro que encierra el verdadero maná”. Cf. Hb 9, 4.

“Vara de Jesé”. Cf. Is 11, 1

“Vara de Aarón, florecida para dar fruto al mundo”. Cf. Hb 9,4; Nm 17,8.

“Vellocino sin mancha que destila el rocío con que los hombres laven sus vestiduras”. Cf. Jdt. 6, 38.

“Vellocino con que cubren los que tiritan de frío”. Cf. Jb. 31,20.

“Viandas de Salomón”. Cf. 1 R 4, 22-23.

“Viña fertilísima de Sorec (patruelis mei), que produce la vid de bendición”. Cf. Is 5, 1-2

“La nubecilla que vio Elías subir del mar y se convirtió en lluvia abundante”. Cf. 1 R 18,44.

 

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4.    IMÁGENES BÍBLICAS  

ARCA DE NOÉ (Gn 6,9)

“¡Dichosos quienes entran en María como en el arca de Noé! Las aguas del diluvio de los pecados no les harán daño, porque los que obran por mí no pecarán[5] -dice la sabiduría-; es decir, los que están en mí, para velar por su salvación no pecarán”. (San Luis María Grignion de Montfort) 

    ZARZA ARDIENTE DE MOISÉS (EX 3,2)

“Lo que era figurado en la llama y en la zarza fue abiertamente manifestado en el misterio de la Virgen. Como sobre el monte la zarza ardía y no se consumaba, así la Virgen dio a luz pero no se corrompió. Y no te parezca inconveniente la semejanza con la zarza, que prefigura el cuerpo de la Virgen, que ha dado a luz a Dios”. (San Gregorio de Nisa)

      ESCALA DE JACOB (Gn 28,12)

“¿No resulta evidente para todos que tú, oh María, estás en ella prefigurada y anunciada? Vio este patriarca una escalera que unía el cielo con la tierra y contempló a los ángeles que subían y bajaban por ella y además experimentó una significativa lucha con el que en verdad es fuerte e invencible. De modo semejante, tú, desempeñando el oficio de mediadora, te convertiste en escalera por la que Dios bajó hacia nosotros, asumiendo nuestra débil naturaleza, y recompusiste lo que estaba disgregado, de modo que el hombre pudiera unirse de nuevo con Dios”. (San Juan Damasceno)

TEMPLO DE SALOMÓN (2 Cro 3. 4.)

Santa María Magdalena de Pazzi (1566-1607), extasiada contempló a la Virgen en el templo de Salomón:

 

“Vi un templo hermosísimo y me pareció ser aquel que se dice Templo de Salomón, o sea, que la Virgen Santísima era ese Templo del verdadero Salomón, Jesús. Comprendí que el suelo era la humildad de María, sobre todo cuando formuló el: He aquí la sierva del Señor  (Lc 1,38)

 

Las cuatro paredes eran las virtudes cardinales, que tan perfectamente poseía: justicia, fortaleza, templanza y prudencia, ejercitadas de manera admirable en la Pasión de su divino Hijo.

 

En primer lugar, la justicia, dejando que Jesús, puro e inocente, tomase sobre sí la justicia que merecían nuestros pecados. Era éste el primer muro. Ejercitó la virtud de la fortaleza permaneciendo firme ante todas las injusticias que recibió, no solamente de su Hijo amado, sino también Ella, y asimismo estando firme en la fe, conservándola entera y continuamente. Este era el segundo muro de aquel Templo.

El tercero era la templanza, pues aunque la Santísima Virgen sufriera lo indecible ante las penalidades del Salvador y llorase y suspirase amargamente, con todo, lo hacía con grandísima modestia y gravedad, templando su dolor en la certeza de la Resurrección. Me pareció comprender que el cuarto muro era la prudencia. Virtud que resplandeció en María, no solamente durante la Pasión, sino en toda su vida, obrando y conduciéndose siempre con suma prudencia.

 

El palco o estrado de este Templo era la inteligencia esclarecida de María y su mente elevada. Había también el altar, que me pareció ver simbolizado en la voluntad de la Santísima Virgen María; los manteles, su pureza y el sagrario, donde reside JESÚS, su virginal corazón. Vi delante del altar siete lámparas encendidas, que comprendí ser los dones del Espíritu Santo, poseídos perfectamente por la Virgen. Encima de dicho altar había doce hermosos candeleros, que eran los doce frutos del Espíritu Santo que Ella poseía”.

SIÓN, CIUDAD DE DIOS (Sal 87)

San Germán de Constantinopla al comienzo de una homilía sobre la Dedicación del Venerable templo de la Santísima Virgen, trata de  la nueva Sión y divina Jerusalén[6] como bien la llama y compara a la Virgen en otro apartado:

 

Cosas  gloriosas se han dicho de ti, oh Ciudad de Dios, según nos manifiesta, en tus cánticos, el piadoso David, impulsado por el Espíritu Santo. Yo, en verdad, también proclamo Ciudad del Gran Rey, de la cual se han dicho cosas magníficas, a esta Ciudad que sin duda alguna y manifiestamente, ha sido elegida y es superior a todas las demás ciudades, no por la altura de sus edificios, ni por la eminencia de sus colinas, sino por la elevación excelsa de las virtudes y por la extraordinaria pureza con que, por encima de todos, descuella María la castísima e inmaculada Madre de Dios. En ella puso su morada[7] el que, en verdad, es Rey de reyes y Señores; en ella habitó corporalmente toda la plenitud de la divinidad[8]. Ésta es ciertamente la ciudad glorificada; ésta es la espiritual Sión; ésta es, según creo, la ciudad de la cual, por divina inspiración, habló David en sentido profético[9]. Si alguno también llamara ciudad glorificada a la casa de María, no andaría desacertado, ni se alejaría de la verdad”.   

UN RETOÑO BROTA DEL TRONCO DE JESÉ  (Is 11,1)

“El retoño es la Madre del Señor, sencilla, pura, sincera, sin germen alguno que se le pegar de fuera y, a semejanza de Dios fecunda por sí sola. El germen del retoño es Cristo que dice: Yo soy la flor del campo y la azucena de los valles (Ct 2,1)”. (San Jerónimo)

EN TI ESTÁ LA FUENTE DE LA VIDA (Sal 36, 10)

Santo Tomás de Villanueva en uno de sus sermones sobre la Anunciación de la Virgen habla de esta fuente de vida que es María.

 

“Habla San Bernardo de esta fuente: ¡oh Virgen Sacratísima!, de la boca del Altísimo[10] salió la fuente de la vida, de en medio de tu seno saltó, y en ti misma se dividió en cuatro ríos; y se difundió para regar la haz[11] sedienta del mundo... ”

 

“Esta es aquella fuente del paraíso, de la cual salen cuatro ríos[12] que riegan la superficie de toda la tierra; es decir de la iglesia... Los cuatro ríos capitales son el primero, el torrente de gracias para los justos; el segundo, río de lágrimas para los pecadores; el tercero, un río de consuelos para los atribulados; el cuarto, manantial de doctrina para los ignorantes: Sedientos, venid todos a las aguas[13]; acudid a la fuente de la gracia, a la fuente de la alegría, a la fuente de la suavidad, a la fuente de la misericordia. Sacad agua con gozo de la fuente de la Salvación[14]; llenad las hidrias de vuestras almas; no disminuirá la fuente, antes suministrará agua a los encorvados camellos.

Lléguese, pues el justo, y saque la gracia; el pecador, el perdón; la alegría, el triste; la redención, el cautivo; la curación, el enfermo, y el atribulado, el consuelo. Lléguense todos los que tienen seca la conciencia, y sáciense, llénense y desborden con su plenitud. Y tú, ¡Oh Señora nuestra, consoladora nuestra, nuestra mediadora!, mira cómo acudimos todos a ti, cómo corremos tras de ti al olor de tus ungüentos[15]”.

 

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5.    LA SOLEDAD DE MARÍA 

El sábado Santo, la iglesia acompaña a la Santísima Virgen María, en su soledad. Su Hijo amado ya no está más con Ella. Ha muerto el Justo, el Hijo de sus entrañas, el primogénito de la creación. La tierra está vacía y un hondo pesar embarga su corazón. 

 

Los recuerdos la estremecen. Paso a paso ha vivido y ha contemplado la pasión de su Hijo, que ha sido un verdadero calvario, llena de atroces sufrimientos hasta su consumación en el Gólgota. Azotado y ultrajado, lo ha visto en la calle de la amargura cargando su propia cruz, con su cabeza cubierta de espinas y su rostro desfigurado, hasta contemplar su crucifixión, y  su cuerpo pendiendo de una cruz, sostenido por unos clavos que han lacerado sus pies y sus manos, y una lanza que le ha atravesado el costado hasta dejarlo bañado en su propia sangre y agua.

 

De un modo sublime, la Stabat Mater fue testigo de su terrible agonía en la cruz hasta escuchar sus últimas palabras (“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”), y recoger su último suspiro de vida. Y no solo esto ha visto la “Madre de Dios”, si no que con dolor y desolación ha contemplado su descendimiento de la cruz hasta retenerlo y acariciarlo en sus brazos... , y finalmente darle sepultura.

María ha sufrido en su corazón, todo lo que Cristo padeció en su cuerpo y con mucha razón se la llama la Madre de los Dolores, y se la invoca como la Reina de los Mártires. No hay quien la iguale en su dolor. Los Santos ven representada a la Virgen en las Escrituras, cuando el profeta le anuncia sobre el dolor que embargará su alma, sin que nadie la pueda consolar en su quebranto:

¿A quién te compararé? ¿A quién te asemejaré, hija de Jerusalén?¿Quién te podrá salvar y consolar, virgen hija de Sión? Grande como el mar es tu quebranto: quién te podrá curar? (Lm 2, 13)

También Simeón, en el Nuevo Testamento, profetiza cuando le dice:

¡Y a ti una espada te atravesará alma! A fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones (Lc 2, 35).

Respecto a la primera parte de esta profecía, Santa Catalina de Siena le dice a Jesús:

“Oh dulcísimo y amantísimo Amor, la lanzada que tú recibiste en el corazón es la espada que traspasó el corazón y alma de tu madre”.

 

Ciertamente, la Virgen María participó de los sufrimientos de Cristo, por eso la Iglesia la ha llamado y la sigue llamando “Corredentora de la Salvación”. La Iglesia también representa a la Virgen con siete puñales clavados en su corazón, que son los siete dolores que atravesaron su alma y traspasaron su corazón.

 

En este día Madre, consuelo de los afligidos ¿Quién calmará tus angustias? ¿Quién sanará tus dolores? ¿Quién mitigará tus penas? ¿Quién enjugará tus lágrimas? ¿Quién cambiará tu tristeza? Si te falta el amado.

 

San Juan de Ávila en uno de sus sermones sobre la Soledad de María, tomando un pasaje de las Escrituras (Rt 1, 20) interpreta e intenta poner en los labios de la Virgen su amargo lamento: 

 

“No me llaméis ya Noemí, dice la Virgen, que quiere decir hermosa; no me conviene ya ese vocablo, no es para mí ese nombre; más llamadme María, que quiere decir amarga, porque en gran manera me ha amargado el Omnipotente, porque entré llena y salgo vacía...”

 

Este día está dispuesto para contemplar sus dolores, para acompañarla y consolarla en su aflicción y tribulación que es más grande que las estrellas del cielo, que la arena del mar. “Grande como el mar es tu amargura, mar de amargura”. Feliz tú que compartiste tan gran redención. En este día juntémonos para llorar con Ella. Que las palabras del apóstol Pablo retumben en este día: “llorad con los que lloran” (Rm 12, 15), y en silencio compartamos su dolor, porque así fue su vida... un dolor en silencio. Nosotros somos los causantes de tan gran dolor, el inocente ha muerto por nuestros pecados. “La inocente Cordera” ha sido degollada. Todo se ha consumado. Este día, es un día de pesar e inmenso dolor.

 

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6.    ICONOGRAFÍA MARIANA

- La Virgen aparece ochenta y cinco veces representada en las Catacumbas de Roma. En unas aparece como la “Virgen Soberana”, sentada en un trono alto coronada de aureola; en otras la Virgen aparece como la “Virgen Orante”, con los brazos abiertos, como signo de que intercede por la Iglesia.

 

- En el área III, entrando directamente al arenario en la capilla griega de las Catacumbas de Priscila en Roma, se encuentra la más antigua pintura mariana, perteneciente al s. II. En ella la Virgen aparece con el niño Jesús en sus brazos, junto a un profeta que señala la estrella con el dedo índice de su mano derecha.

 

- Otra pintura antigua, aunque muy deteriorada, es la que se encuentra sobre el arco central de la misma capilla; en ella aparece representada la Epifanía. Aquí la Virgen está sentada en su trono real sosteniendo al niño Jesús, en actitud de presentarlo a los reyes magos que se acercan a adorarlo.

 

- Aquí también se encuentra la pintura más antigua de la Anunciación, de finales del s. II. La Virgen recibe el anuncio de Dios a través de un ángel sin alas.

 

- La iconografía bizantina en las representaciones de la Virgen, la ensalza con los nombres más hermosos: “extenso cielo”, “consuelo en el dolor”, “dispensadora de la vida, “zarza ardiente”, “fuerza inexpugnable”, “rosa fragante”, “fuente de vida”, “sabiduría”. “Virgen, nuestra guía”. “Virgen misericordiosa”. “Virgen bienhechora”. “Virgen que cuida”. “Virgen que busca a los extraviados”.

 

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7.    MÍSTICA CIUDAD DE DIOS

Es uno de los escritos cumbre del cristianismo. En 1637, Sor María de Jesús Ágreda cuando empezó a escribir esta obra tenía 35 años. Cuando terminó la obra, llena de miedo y temor, aconsejada por un confesor quemó todos los papeles. El Altísimo, la Reina del Cielo, los prelados y confesor la animan para que vuelva a escribir. Sor María de Jesús Ágreda “con el favor divino” y el auxilio de la Virgen, empezó nuevamente la tarea, el 8 de diciembre de 1655, día de la Inmaculada Concepción.

 

La obra apareció por primera vez en Madrid en el año de 1670, originalmente conformada por 8 libros que aún se conservan en el monasterio de la Concepción de Ágreda de la provincia de Soria-España.

 

La obra comprende tres partes. La primera parte: desde la Predestinación de María hasta la Encarnación del Verbo; la segunda: desde la Encarnación hasta la Ascensión de Cristo; y la tercera: desde la Ascensión hasta la Coronación de María en los Cielos.

 

El título completo de la divina obra “Mística Ciudad de Dios” escrita por mandato del Señor (según lo atestigua la autora) es:

 

“MÍSTICA CIUDAD DE DIOS. MILAGRO DE SU OMNIPOTENCIA Y ABISMO DE LA GRACIA. -HISTORIA DIVINA Y VIDA DE LA VIRGEN MADRE DE DIOS, REINA Y SEÑORA NUESTRA, MARÍA SANTÍSIMA, RESTAURADORA DE LA CULPA DE EVA Y MEDIANERA DE LA GRACIA- DICTADA Y MANIFESTADA EN ESTOS ÚLTIMOS SIGLOS POR LA MISMA SEÑORA A SU ESCLAVA SOR MARÍA DE JESÚS. ABADESA INDIGNA DE ESTE CONVENTO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VILLA DE ÁGREDA. PARA NUEVA LUZ DEL MUNDO, ALEGRÍA DE LA IGLESIA CATÓLICA Y CONFIANZA DE LOS MORTALES”.

 

La obra fue aprobada por los Papas Inocencio XII y Clemente VI.

 

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8.      SAN ILDEFONSO Y SU LIBRO SOBRE LA VIRGINIDAD PERPETUA DE LA VIRGEN

El libro que escribió San Ildefonso para rebatir a los herejes que atacaron la Divina Virginidad de nuestra Madre Santísima, lleva el título de LA VIRGINIDAD PERPETUA DE SANTA MARÍA, escrita durante su Arzobispado en Toledo, en el año 657. San Ildefonso, en una parte de su escrito, dirigiéndose a Helvidio, (uno de los herejes contra la Virginidad de la Virgen) lo increpa de esta forma:

 

“Escúchame, también tú, Helvidio; atiéndeme, desvergonzado; fíjate, hombre sin pudor, repara inhonesto, y mírame, atrevido. ¿Por qué te dejas conmover por tu impureza? ¿Por qué estás desprovisto de vergüenza? ¿Por qué te presentas deshonestamente? ¿Por qué sales al encuentro nuestro sin reverencia? ¿Por qué vejas sin pudor? ¿Por qué el principio de nuestra Virgen lo restringes después con el final de la corrupción? ¿Por qué inflamas con comienzos virginales con un final de procreación? ¿Por qué ofendes a la integridad misma, consagrada por la divinidad, con un concurso humano? No te permito que acometas y corrompas el derecho de la majestad divina, ni que intentes vejar con atrevimiento la posesión de Dios, ni que dañes con la presunción del desprecio la mansión de Dios, ni que socaves con injurias de corrupción la casa de Dios, ni que la puerta de esa misma casa, cerrada por el ejército divino, pretendas que pueda ser penetrada por cualquiera. El Dios de las virtudes es el dueño de su posesión. El Rey de los cielos es el posesor de este derecho. El Omnipotente es el artífice de este edificio. El solo es el que pasa, y al mismo tiempo es guarda del paso de esta puerta”. 

 

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9.    DATOS MARIANOS

- En Jerusalén existen diez iglesias dedicadas a la Virgen, que empiezan con el nombre de “Santa María”, entre ellas está la del Cenáculo, que se llama “Santa María del Monte Sión”.

 

- En el año 1900 bajo las ruinas de Santa María Libertadora en el Foro romano, se descubrió la vetustísima Iglesia de Santa María de la Antigua con esta inscripción: “A LA SANTA MADRE DE DIOS Y SIEMPRE VIRGEN MARÍA”.

 

- El Jesuita Belga Juan Leunis fundó en 1563 las Congregaciones Marianas.

 

- El primer templo levantado en Roma (en el centro del foro romano), en honor de la Virgen María, lo realizó el Papa San Silvestre, que gobernó la iglesia desde el 314 hasta el 335.

 

- El Papa San Nicolás (858-867), fue quien introdujo la Fiesta de la Asunción el 15 de agosto.

 

- El Papa Urbano II, en 1094 hizo el primer prefacio dedicado a la Virgen: “Bendita tú entre todas las mujeres”.

 

- El Papa Gregorio XVI, (1831-1846), en las  misas de la Virgen María introdujo este prefacio: “Et te in Concepcione Inmaculata”, y en las letanías: “Reina Concebida sin pecado original”.

   

- A la Virgen María se la conoce en griego como la PANAYIA que significa la “MUY SANTA”.   

 

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10.  PAPAS MARIANOS

El Papa Pío XII, está considerado como uno de los Papas Marianos.  Escribió cerca de 500 documentos marianos. Entre ellos la Constitución Apostólica sobre la Asunción, a la cual declaró Dogma de Fe. 2 Encíclicas, 4 cartas-encíclicas, 147 cartas apostólicas, 56 Epístolas, 57 Alocuciones marianas, 30 Radiomensajes, 26 Documentos de contenido integral o parcialmente mariano, 285 referencias a los privilegios y a la Mediación de nuestra Señora, etc.

 

Las dos Encíclicas marianas que promulgó Pío XII fueron: FULGENS CORONA y AD CAELI REGINAM[16]. Al Papa Pío XII se lo ha dado también en llamar el “PAPA DEL CORAZÓN DE MARÍA”. Consagró al Corazón Inmaculado de María al Mundo entero el 31 de octubre de 1942 y después a Rusia y a todos sus pueblos en particular el 7 de julio de 1952. Sus palabras han resultado proféticas para nuestros tiempos: “HOY ES LA HORA DE MARÍA”.

 

El Papa Juan Pablo II no se queda atrás. Como para citar un ejemplo, solamente en sus viajes Apostólicos y en los encuentros que ha tenido, en los diferentes santuarios que ha visitado en cada país, siempre se ha referido a la Virgen. Algún día sabremos la cifra exacta de documentos y escritos que nos ha legado Juan Pablo II sobre María, los cuales seguramente superarán a su antecesor.

 

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11.    ESCRITO DE S.S. PABLO VI SOBRE EL ANGELUS

Su Santidad Pablo VI descansó en la paz del Señor el domingo 6 de agosto de 1978 en la festividad de la transfiguración del Señor. Para ese día el Papa había preparado por escrito una alocución para la hora meridiana del Ángelus, (a la postre la última) que no llegó a pronunciar.

Como si presintiera su fin y a manera de despedida nos encomendó a la madre de Dios. Las últimas palabras de su escrito fueron:

 

“María, madre solícita y afectuosa dirija a todos su mirada y su protección”.

12.  EL ÚNICO MENSAJE EN ESPAÑOL QUE DIRIGIÓ S.S. JUAN PABLO I

El Ecuador tuvo el privilegio de escuchar el único mensaje en español que dirigió S.S. Juan Pablo I a una nación, con motivo del Tercer Congreso Mariano Nacional realizado en Guayaquil-Ecuador, en septiembre  de 1.978. En una de sus partes nos legó todo un programa de vida:

 

“El Ecuador, por María a Cristo”. Haced de este lema todo un programa de vida y de acción apostólica. María la Madre de Cristo, Madre de la Iglesia y Madre dulcísima de cada uno de nosotros, sea siempre nuestro modelo, vuestra guía, vuestro camino hacia el Hermano Mayor y Salvador de todos, Jesús. Y sea también Ella, en este momento difícil y lleno de esperanza, la estrella de la evangelización en Ecuador y en toda la América”.

 

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13.  ALOCUCIONES MARIANAS

EDUCADORA DE LOS DISCÍPULOS DE CRISTO

El 6 de septiembre de 1995 (fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Extremadura-España) en la audiencia general de los miércoles, en la plaza del Vaticano, el Papa Juan Pablo II se dirigió en español a los peregrinos, para hablar de la figura de María en la Iglesia. Estas fueron las palabras, que grabamos[17]:

 

“Queridos hermanos y hermanas después de haber hablado de la identidad y misión de la Iglesia, quiero dirigir la mirada a la Santísima Virgen. Ella es figura y modelo de la Iglesia cuyo misterio se ilumina grandemente considerando el papel de María en la obra de la salvación. La lectura de los hechos de los apóstoles que hemos escuchado esta mañana, muestra la importancia que tenían las mujeres en la vida de la Iglesia, en aspectos tan fundamentales como la oración y la concordia. Por ser bendita entre todas las mujeres, María desempeña obediente esta misión femenina de favorecer la perseverancia de la oración y de promover la unión y el amor.

 

La presencia de María en el cenáculo, esperando en oración la efusión del Espíritu Santo evoca la parte que ella tuvo en la Encarnación del Hijo de Dios por obra del mismo Espíritu y nos manifiesta el papel trascendental de la Virgen en la primera comunidad acompañando los primeros pasos de la Iglesia que continúa la obra de Jesús.

    

En la nueva familia eclesial, María como madre, recuerda a los discípulos el rostro de Jesús y es signo de la fidelidad de la Iglesia al Señor. María madre de la Iglesia implora los dones del Espíritu Santo para la comunidad de los creyentes y educa a los discípulos de Cristo a la constante comunión con Dios, por eso la Iglesia que es también madre, busca siempre su identidad en la contemplación del rostro de la Theotókos, la Madre de Dios”.


 

 

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14.  PATRONATOS MARIANOS

Muchos son los países que bajo diferentes advocaciones han elegido a la Virgen como su Patrona principal y protectora. La razón por la cual incluyo esta lista es para que conozcamos los nombres con que se venera a la Virgen en las iglesias o santuarios de cada país, sitio preferido de los peregrinos que acuden a venerarla.  

         AMÉRICA

    Países                                                   Patronatos

CANADÁ                                             NUESTRA SEÑORA DE MONTAIGU O DEL

                                                           BUEN SOCORRO

ESTADOS UNIDOS                            LA INMACULADA CONCEPCIÓN

ECUADOR                                          NUESTRA SEÑORA DE LA PRESENTACIÓN

                                                           DEL QUINCHE

COLOMBIA                                         NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE

                                                           CHIQUINQUIRÁ

PERÚ                                      NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED

VENEZUELA                                       NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO

BOLIVIA                                             NUESTRA SEÑORA DE LA CANDELARIA

                                                           (COPACABANA)

PARAGUAY                                         NUESTRA SEÑORA DE LOS MILAGROS DE

                                                           CAACUPÉ

BRASIL                                               NUESTRA SEÑORA DE LA CONCEPCIÓN

                                                           APARECIDA

URUGUAY                                          NUESTRA SEÑORA DE LOS TREINTA Y TRES

ARGENTINA                                       NUESTRA SEÑORA DE LUJÁN

CHILE                                                 NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN DE MAIPÚ

CUBA                                                 NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD DEL COBRE

HAITÍ                                                             NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO

PANAMÁ                                             NUESTRA SEÑORA DE LA ANTIGUA[18]

COSTA RICA                                      NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES

NICARAGUA                                       NUESTRA SEÑORA DE LA ASUNCIÓN DEL VIEJÓ

GUATEMALA                                      NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO

HONDURAS                                        NUESTRA SEÑORA DE SUYAPA

EL SALVADOR                                    NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ

MÉXICO Y A. LATINA                         NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

PUERTO RICO                        NUESTRA SEÑORA MADRE DE LA DIVINA

                                                           PROVIDENCIA

R. DOMINICANA                                NUESTRA SEÑORA DE LA ALTAGRACIA

           EUROPA

ESPAÑA                                              NUESTRA SEÑORA DEL PILAR

POLONIA                                            NUESTRA SEÑORA DE CZESTOCHOWA

SUIZA                                                 NUESTRA SEÑORA DE EINSIEDELN

ALEMANIA                                         NUESTRA SEÑORA DE ALTÖTTING

AUSTRIA                                            NUESTRA SEÑORA DE MARIAZELL

BÉLGICA                                           NUESTRA SEÑORA DE MONTEAGUDO

IRLANDA                                           REINA DE IRLANDA 

 

RUSIA                                               NUESTRA SEÑORA DE KAZÁN (la más venerada)   

 

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15.  FECHAS MARIANAS IMPORTANTES

Aparte de las fiestas marianas señaladas litúrgicamente por la Iglesia, he considerado oportuno incluir aquellas que gozan de una gran estima y devoción de parte de los fieles católicos:

 

1 de enero                              María SS. Madre de Dios                   s. VI Solemnidad

 

2 de febrero                            Presentación del Señor                     s. VII Fiesta* 

                                                                                                                     

11 de febrero                         Nuestra Señora de Lourdes              1907 Memoria

Facultativa

 

25 de marzo                           Anunciación del Señor                     s. VII Fiesta

    

13 de mayo                             Nuestra Señora de Fátima               1917                Q

 

24 de mayo                             María Auxiliadora                              1814                Q

 

31 de mayo                             Visitación de la Bienaventurada      1401 Fiesta*

Virgen María

 

27 de junio                             Nuestra Señora del                           1866                Q

Perpetuo Socorro

 

Sábado 3ra. Semana             Corazón Inmaculado de                     1944 Memoria           

Después de Pentecostés        la Bienaventurada Virgen María      Facultativa

 

16 de julio                              Ntra. Señora del Carmen                  1726 Memoria

Facultativa

 

5 de agosto                             Dedicación de la Basílica                  1570 Memoria

                                                           Santa María la Mayor                                   Facultativa

 

15 de agosto                           Asunción de la Bienaventurada       s. VII Solemnidad

Virgen María

 

22 de agosto                           Bienaventurada Virgen                    1954 Memoria

María Reina                                      obligatoria

 

8 de septiembre                     Natividad de la Bienaventurada       s. VII Fiesta

Virgen María

 

12 de septiembre                   El Nombre de María[19]                        Q

 

15 de septiembre                   Dolores de la Virgen María               1814 Memoria

                                                                                                          obligatoria

         

24 de septiembre                   Virgen de la Merced                                      Q

 

7 de octubre                           Nuestra Señora del Rosario              1573 Memoria

                                                                                                          obligatoria

 

12 de octubre                         Nuestra Señora del Pilar                              Q

21 de noviembre                    Presentación de la                            1371 Memoria

Virgen María                                     obligatoria    

 

27 de noviembre                    Nuestra Señora de la                        1830    Q

Medalla Milagrosa

 

8 de diciembre                       Inmaculada Concepción de la           1854 Solemnidad

Bienaventurada Virgen María

 

12 de diciembre                     Nuestra. Señora de Guadalupe         1531 Fiesta litúrgica  

 

* Consideradas como fiestas del Señor, sin perder su carácter de fiesta mariana.

Q Conmemoraciones  marianas de gran devoción popular practicadas en el mundo entero.


 

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16.  LOS MARIÓLOGOS MÁS REPRESENTATIVOS[20]

Esta lista compuesta por setenta y dos personajes, no figuran, ni los Sumos Pontífices, ni los “santos devotísimos” de la Virgen, ni los teólogos y escritores modernos. La selección se ha efectuado sobre la base de sermones y escritos mariológicos que han aportado los “Embajadores de la Virgen” hasta el siglo diecinueve. Lo que pretendo también señalar es que a través de los siglos la Virgen María siempre ha sido glorificada, alabada y defendida por los más ardientes adalides que el Señor ha suscitado:

ORIENTALES

- San Ignacio de Antioquía († 107)[21]

- Clemente de Alejandría († 215)[22]

- Orígenes (185-253)[23]

- San Gregorio Taumaturgo († 270)

- San Atanasio (296-373)[24]

- San Efrén (306-373)[25]

- San Basilio el Grande (330-379)[26]

- San Gregorio Nazianzeno († 390)[27]

- San Gregorio de Niza († 394)

- San Epifanio (315-403)[28]

- San Cirilo de Alejandría († 444)

- San Proclo de Constantinopla (†446)

- Santiago de Sarug (451-521)[29]

- San Romano el Cantor (490-560)[30]

- San Modesto de Jerusalén († 634)

- San Sofronio († 637)

- San Germán de Constantinopla († 733)

- San Andrés de Creta (660-740)

- San Juan Damasceno (675-749)[31]

- San Tarasio († 806)

- Jorge de Nicomedia († 880)[32]

- Juan El Geómetra († 990)[33]

OCCIDENTALES

- San Justino (100-165)[34], filósofo y mártir

- San Ireneo (130-202)[35], obispo de Lyón y mártir

- Tertuliano (160-221)[36]

- San Hipólito de Roma († 235)

- San Hilario de Poitiers († 367)[37]

- San Ambrosio de Milán, (339-397)[38]

- San Jerónimo (342-420)

- San Agustín (354-430)[39]

- San Máximo Turín († 408)

- San Pedro Crisólogo († 450)[40]

- Sedulio (s. V)

- San Gregorio (538-593)[41], obispo de Tours

- San Ildefonso de Toledo († 667)

- San Beda El Venerable († 735)

- José el Himnógrafo († 886)[42]

- San Fulberto de Chartres († 1028)

- San Pedro Damián († 1072)[43]

- San Anselmo de Cantorbery (1033-1109)[44]

- Eadmero († 1124)[45]

- Hugo de San Víctor (1096-1141)[46]

- San Bernardo Claraval (1090-1153)[47]

- San Amadeo, († 1159) Obispo de Lausana[48]

- Arnoldo de Chartres († 1160)

- San Antonio de Padua (†1231)[49]

- Ricardo de San Lorenzo († 1245)[50]

- San Buenaventura (†1274)[51]

- Conrado de Sajonia († 1279)[52]

- San Alberto Magno († 1280)[53]

- Juan Dums Escoto (1270-1308)[54]

- Raimundo Lulio (1232-1316)[55]

- Raimundo Jordán († 1381)[56]

- Juan Gersón († 1429)[57]

- San Bernardino de Siena († 1444)[58]

- San Lorenzo Justiniano (1381-1455)

- San Antonino P. († 1459), Arzobispo de Florencia[59]

- Dionisio el Cartujano († 1471)[60]

- Bernardino de Busti († 1515)[61]

- Santo Tomás de Villanueva († 1555)[62]

- San Juan de Ávila († 1569)[63]

- San Alonso de Orozco (1500-1591) [64]

- San Pedro Canisio (1597)[65]

- Francisco Suárez († 1617)[66]

- San Lorenzo de Brindisi (1559-1619)[67]

- San Roberto Belarmino († 1621)[68]

- Cardenal Pedro de Bérulle († 1629)

- San Juan Eudes (†1680)[69]

- Jaques Benigne Bossuet († 1704)[70]

- San Luis María Grignión de Montfort († 1716)[71]

- San Alfonso de Ligorio († 1787)[72]

- Beato Guillermo Chaminade (1761-1850)[73]

 

Junto a esta pléyade mariana, mención especial merece el clérigo regular Hipólito Marraci († 1675), considerado el más grande estudioso y compilador de la Virgen de todos los tiempos. Obras suyas como la “Polyanthea Mariana” y la “Biblioteca Mariana” constituyen un verdadero tesoro de datos marianos que han quedado para la posteridad.

 
 

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17.  MÍSTICOS MARIANOS

Gabriel María Roschini (1900-1977), en la introducción general de la primera parte de su estudio sobre LA SANTÍSIMA VIRGEN EN LOS ESCRITOS DE MARÍA VALTORTA, hizo una interesante lista de las principales místicas marianas, tanto antiguas como modernas. Aparte de conocer sus nombres, (y si acaso deseamos indagar más), busquemos sus escritos, los mismos que nos ayudarán a descubrir y penetrar en los inescrutables senderos de la ascética y mística mariana:

 

1.    Santa Hildegarda de Bingen, Benedictina (1098-1179) llamada la “Maestra de Alemania”;

2.    Santa Matilde de Hefta, Cisterciense (1241-1299);

3.    Santa Gertrudis, la Grande, Cisterciense (1256-1302 o 1309), la más grande mística del siglo XII;

4.    Beata Ángela de Foligno, Terciaria Franciscana (1246-1309), llamada la “Maestra de los Teólogos”;

5.    Santa Brígida de Suecia (1309-1373), llamada la “Mística del Norte”;

6.    Santa Catalina de Siena, Terciaria Dominica (1347-1380), Doctora de la Iglesia;

7.    Santa María Magdalena de Pazzi, Carmelita (1566-1607);

8.    Venerable María de Jesús de Ágreda, Franciscana (1602-1665);

9.    Santa Verónica Giuliani, Capuchina (1660-1727);

10.  Beata María Magdalena Martinengo, Capuchina (1687-1737);

11.  Sierva de Dios María de Santa Teresa, Terciaria Carmelita (1623-1677);

12.  Venerable María Arcángela Biondini, de las Siervas de María (1641-1712);

13.  Sierva de Dios Cecilia Bay, Benedictina (1694-1766);

14.  Beata Ana Catalina Emmerich, Agustina (1774-1824);

15.  Sierva de Dios María Verónica del Corazón de Jesús, Fundadora del Instituto de las Víctimas del Sagrado Corazón de Jesús (1825-1883);

16.  Guglielmina Ronconi (1864-1936);

17.  Sierva de Dios Lucía Mángano, Ursulina (1896-1946);

18.  María Valtorta, Terciaria de la Orden de los Siervos de María (1897-1961).

Para complementar esta lista aprovecharé la ocasión para mencionar a otros “siervos” y “siervas” de María, no tan conocidos, pero llenos de una profunda experiencia mística mariana, como así lo revelan sus escritos:

Sierva de Dios Sor María Coletta del S. Corazón, Clar. (1857-1905);

Sierva de Dios Lucía Cristina (1870-1908);

Sierva de Dios Sor Ángela Sorazu, Concep. Franc. (1873-1921);

Sierva de Dios Sor María Josefina de Jesús, de las Adoratrices Perpetuas del S. Corazón (1880-1917);

Sierva de Dios María Antonieta de Geuser (1889-1918);

Sierva de Dios Sor Josefa Menéndez, Congr. del Sagrado Corazón (1890-1923);

Sierva de Dios Sor María Buenaventura Fink, v. U.L.F. (1894-1922);

Sierva de Dios Madre María de S. Cecilia de Roma, Congr. de Jesús-María (1897-1929)

Siervo de Dios Don Eduardo Poppe (1890-1924);

Siervo de Dios Can. Silvio Gallotti (1881-1927);

Siervo de Dios P. Anselmo Trèves, O.M.I. (1875-1934);

Siervo de Dios P. José Schellhorn, Mar. (1869-1935);

Siervo de Dios Hermano Leonardo, S.C. (1887-1946).

 

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18.  ¿CÓMO LLAMAN A LA VIRGEN LOS SANTOS?

San Agustín llama a María “Molde viviente de Dios’’.

San Cirilo de Alejandría llama a la Virgen “Theotókos”: “Una Virgen dio luz a Dios”.

Los padres griegos, desde los siglos IV y V dieron el título de “Arca viva de la Alianza” a la Virgen. Título que vemos incorporado en las letanías.

San Efrén llama a nuestra Señora “Protectora de los que están en peligro de condenación”.

Santo Tomás llama a María “Sagrario del Espíritu Santo”.

San Ambrosio llama a la Virgen “La pregonera de las excelencias de la castidad”.

María es llamada por los Padres de la Iglesia ‘Templo de Salomón y ciudad de Dios”.

San Justino la llama “Árbitra suprema”.

San Buenaventura llamaba a María “Salvación de los que la invocan”.

San Bernardo llamaba a la Virgen “Su máxima confianza y toda la razón de su esperanza” y también “La escalera de los pecadores”.

San Juan Damasceno llama a María “Ciudad de refugio”. También la llamó “Esperanza de los desesperados”.

San Agustín llama a la Virgen María “La única esperanza de los pecadores”.

La iglesia llama a la Virgen “Reina de los apóstoles”, “Virgen de las Vírgenes”.

San Luis Grignión de Montfort la llamaba “Reina de los corazones”.

San Andrés Avelino llama a la Virgen “La Negociadora del paraíso”.

Los santos llaman a María “La magnificencia de Dios”, “El Santuario de la Divinidad“, “La mansión de la Santísima Trinidad”, “El trono de Dios”, “El tesoro del Señor’’, ‘‘El altar y templo de Dios’’, “El mundo de Dios”.

San Felipe Neri llamaba a la Virgen “su Delicia y su Amor”.

San Buenaventura no contento con llamarle su “Señora” y su “Madre”, llegó a decir que era su “Corazón y su alma”.

La Patrología antigua llamaba a María “La Pila Bautismal”.

San Germán llama a la Virgen “respiración y aliento de todo cristiano”.

Santiago Alberione llamaba a la Virgen “Instrumento perfecto de Dios”.

 

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19.  ¿CÓMO LLAMAN A LOS SANTOS DEVOTOS DE MARÍA?

A San Bernardo se lo ha dado en llamar “El Citarista de la Virgen”.

A San Maximiliano Kolbe se lo ha dado en llamar “El loco de Nuestra Señora”.

A San Alfonso se lo ha dado en llamar “El Príncipe de los Mariólogos”.

A San Luis María Grignión de Montfort se lo ha dado en llamar “El esclavo de María”.

A San Efrén se lo ha dado en llamar “El primer poeta de la Virgen”, y también “El Cantor de la Virgen”.

 

A San Ildefonso se lo llama “El Capellán de María”.

 

A San Ramón Nonato Confesor, de la orden de Nuestra Señora de la Merced se lo ha dado en llamar “el hijo de María”.

 

A San Antonio María Claret, muchos lo han dado en llamar “El devoto de María”.

 

A San Simón Stock “Confesor y apóstol del Santo Escapulario”, la iglesia lo ha dado en llamar “El amado de María”.

 

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20.  IGLESIAS ROMANAS EN HONOR A LA VIRGEN MARIA

               Roma la ¨ciudad eterna¨ es la más rica de todo el mundo en iglesias antiguas, pero sobre todo destacan y son las más numerosas las construidas en honor a la Virgen María a través de los siglos:

 

- Basílica de Santa María la Mayor (al final de la vía Merulana).

- Santa María en Aracoeli (piaza del Campidoglio)

- Santa María en Campitelli (piaza Campitelli)

- Santa María de la Consolación (piaza della Consolazione)

- Santa María en Cosmedín.  Rito bizantino - greco (Piazza della  Veritá)

- Santa María en Trastevere (vía della Paglia, 14)

- Santa María del Pueblo (piazza del Popolo)

- Santa María ad Martyres (piazza della Rotonda - Panteón)

- Santa María Supra Minerva (vía del Beato Angélico, 35 - Panteón)

- Santa María de Loreto (piazza di Santa María di Loreto, 26)

- Santísimo Nombre de María (foro Traiano, 89)

- Santa María Inmaculada o Santa María de la Concepción (vía Veneto, 27)

- Santa María de la Victoria (vía XX settembre, 17)

- Santa María de los Ángeles (vía Cernale, 9)

- Santuario de la Virgen del Divino Amor  (vía Ardeatina, Km 12)

- Santa María de Montserrat - España (vía Giulia)

- Santa María del  Anima - Alemania (vía della Pace, 20)

- Santa María de la Concepción – Siria (piazza Campo Marzio)

- Nuestra Señora del Santísimo Sacramento - Mártires Canadienses (vía Giovanni Battista de Rossi)

- Virgen del Pasto – Ukrania. Rito bizantino – ukraniano.

- Nuestra Señora de Guadalupe – México (vía Aurelia, 675)

- Nuestra Señora del Perpetuo Socorro (vía Merulana a tres cuadras de la Basílica de Santa María la Mayor)

 

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[1] En las palabras que le dirigió Jesús cuando estaba junto a la cruz: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”, y luego en las palabras que le dirigió a su discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. (Jn 19, 26-27) 

[2] Este título de Mediadora Universal, conjuntamente con el de Corredentora y Dispensadora de todas las Gracias, esperamos que en una fecha no muy lejana el Vicario de Cristo, haga la declaración y definición  solemne como dogma mariano.

[3] El padre Severino M. Ragazzini, († 1986), italiano. Fue profesor de Teología en la Facultad de Ravenna. Nos ha dejado una extraordinaria obra sobre la Virgen María: MARÍA VIDA DEL ALMA – Itinerario Mariano a la Santísima Trinidad. Personalmente considero esta obra, por todo lo novedoso que aporta, tanto en el pensamiento mariológico, como en la selecta recopilación que hace, uno de los escritos marianos de nuestro tiempo que más me ha impresionado.

[4] Se han puesto las citas bíblicas de acuerdo a las siglas actuales.

[5] Si 24, 22 b

[6] En la Biblia de Jerusalén 2 S 5,9ª se encuentra la siguiente nota explicativa, que ayudará a entender este simbolismo: “Jerusalén o (Sión), que aparece en la Biblia por vez primera con su sacerdote-rey Melquisedec, Gn 14,18+; Sal 76,3+, y que bajo David se convirtió en capital política y religiosa de Israel, vendrá a personificar al pueblo elegido. Ez 23; Is 62. Es la morada de Yahveh. Sal 76,3+, y de su Ungido, Sal 2 y 110, el futuro lugar de cita de las naciones, Is 2, 1-5; 60. La Biblia concluirá, Ap 21s, con la visión de la nueva Jerusalén, Is 54,11+ ”.

[7] Jn 1, 14

[8] Col 2, 9

[9] 2 S 5, 9

[10] Si 24, 3

[11] Gn 2, 6

[12] Gn 2, 10

[13] Is 55, 1

[14] Is 12, 3  

[15] Ct 1, 3  

[16] Esta Encíclica es excepcional por el número de citas patrísticas importantes que contiene.

[17] Esta alocución que pronunció el Santo Padre esa mañana, tuve la gracia de grabarla. Es una fecha muy especial para mí, y además, era la primera vez que visitaba la Plaza de San Pedro en compañía de mi esposa.

[18] Imagen venerada actualmente en el altar mayor de la Catedral de Panamá, como “Santa María de la Antigua”, según consta en su retablo.

[19] En el Calendario Romano del 25 de julio de 1960, constaba como festividad mariana. En el nuevo de 1969, dejó de constar.

[20] Reconozco que la lista que he confeccionado de los “mariólogos más representativos” es incompleta, y más de uno no estará de acuerdo con la selección efectuada.

[21] San Ignacio de Antioquía, Padre Apostólico, considerado “el primer escritor de la Virgen”

[22] Padre Apostólico.

[23] Escritor Eclesiástico.

[24] San Atanasio de Alejandría, Padre y Doctor de la iglesia, tiene el mérito de inaugurar las homilías marianas. A la Virgen le dedicó inspiradas expresiones.

[25] Padre y Doctor de la Iglesia.

[26] Padre y Doctor de la iglesia.

[27] Padre y Doctor de la Iglesia.

[28] San Epifanio es considerado el “Doctor del culto mariano y el primer Teólogo de la Asunción”

[29] Santiago de Sarug, es el más conocido después de su coterráneo San Efrén “el sirio”. A la Virgen le dedicó extensos poemas y homilías.

[30]  Romano el Meloda como también se lo llama, es el gran compositor y poeta bizantino de su tiempo. A él, muchos estudiosos le atribuyen ser el autor del himno Akáthistos.

[31] San Juan Damasceno, último Padre oriental, Doctor de la iglesia y último gran teólogo griego. Sus escritos sobre la Virgen María se encuentran en su tratado “La fuente del conocimiento”. Sus cuatro sermones sobre la Virgen, uno sobre la Natividad y tres sobre la Asunción son relevantes. 

[32] Jorge de Nicomedia, en sus sermones es uno de los que más enaltece y exalta a la Virgen.

[33] Juan El Geómetra es el mayor exponente de la mariología bizantina de su siglo.

[34] San Justino, San Ireneo y Tertuliano fueron los primeros de la era patrística en iniciar la enseñanza de los misterios de la Virgen, al plantear la analogía y paralelismo existente: Eva-María y considerar a la Virgen como la segunda Eva.  

[35] A San Ireneo se lo ha considerado como el primer teólogo de la Virgen, por esta razón se lo ha dado en llamar “el padre de la mariología”. Su pensamiento mariológico está incluido en sus obras: “Contra las herejías”, y en la “Demostración de la enseñanza apostólica”.

[36] Escritor Eclesiástico.

[37] Padre y Doctor de la iglesia.

[38] San Ambrosio, Obispo de Milán. Santo Padre y Doctor de la iglesia, considerado como el padre de la mariología occidental. Su mayor obra es la “Expositio evangelii Lucae” (Tratado sobre el Evangelio de San Lucas), escrito en forma de comentario. San Ambrosio en los versículos referentes a la Virgen, en forma admirable y con fundamento nos da a conocer su “mariología”. Otra de sus obras es “Instituione virginis”, (tratado conocido como “Las Virgenes y la Virginidad”), en la cual el autor tomando como molde acabado a María exhorta a las “vírgenes”.

[39] Padre y Doctor de la Iglesia.

[40] Padre y Doctor de la Iglesia.

[41] San Gregorio Turonense le dedica algunos segmentos a la Virgen en su extensa obra “Libri miraculorum”. Es el primero de la iglesia occidental en testimoniar sobre la “Asunción” de la Virgen.

[42] José, el Himnógrafo, monje y poeta. La obra más representativa es su “Mariale”.

[43] Doctor de la iglesia.

[44] San Anselmo, Doctor de la iglesia. Sus oraciones a la Virgen son las más conocidas.

[45] Eadmero, discípulo de San Anselmo. Primer teólogo de la Inmaculada Concepción. Escribió el “Tractatus de conceptione sanctae Mariae

[46] Hugo de San Víctor, agustino, escribió sobre la virginidad de María e hizo un proverbial comentario al magnificat

[47] San Bernardo, Doctor de la iglesia. El gran cantor de “María”. Se lo ha dado también en llamar el Doctor Mariano. Sus escritos y sermones lo corroboran. 

[48] San Amadeo, nos ha dejado ocho memorables sermones que tienen cierta originalidad, pues en siete de ellos relaciona en cada sermón, un pasaje de la vida de la Virgen con cada uno de los siete dones del Espíritu Santo.

[49] San Antonio de Padua, Doctor de la iglesia. Sus escritos y principalmente sus sermones sobre la Virgen, son muy originales y de una belleza incomparable.

[50] Según los estudios realizados en 1952, se llegó a la conclusión de que Ricardo de San Lorenzo es el autor del célebre “Mariale” (Tratado de las alabanzas de la Bienaventurada Virgen María), que durante siglos se atribuyó a San Alberto Magno.

[51] San Buenaventura, Doctor de la iglesia y primer teólogo franciscano. Sus escritos y sermones sobre las principales festividades de la Virgen son ricos en contenido teológico. También se lo ha dado en llamar el “Doctor de la Mediación”.

[52] Conrado de Sajonia escribió una obra que se hizo muy popular en la edad media: “El Speculum beatae Mariae Virginis”.

[53] San Alberto Magno, Doctor de la Iglesia. Su obra más conocida es su “Mariale super Missus est”; también nos dejó el “Compendium super Ave María” y algunos sermones marianos.

[54] Juan Duns Escoto, el “defensor” de la Inmaculada Concepción de la Virgen y uno de los máximos exponentes de este excelso privilegio.

[55] Raimundo Lulio, considerado como uno de los primeros teólogos españoles de la Virgen. Escribió algunas obras: Libro del Ave María, Horas de Nuestra Señora, Libro de Santa María, Llanto de la Virgen, etc.

[56] Raimundo Jordán “el idiota”, escribió una obra famosa titulada: “Contemplaciones de la Santísima Virgen”. 

[57] Juan Gerson hizo un positivo aporte en materia de mariología. Escribió un estupendo tratado sobre “El Magnificat”. 

[58] Ocho sermones sobre las principales fiestas marianas, conforman el “Tractatus de beata Virgine” de San Bernardino de Siena. Es indudable que San Bernardino fue uno de los grandes predicadores de las glorias de María.

[59] San Antonino de Florencia dedica 43 capítulos a la Virgen en su “Summae sacrae theologiae juris pontificii, et caesarei pars quarta”.

[60] Dionisio Cartujano, uno de los más encendidos devotos de la Virgen. Entre las obras de alabanza que le dedicó, están: “La alabanza y dignidad de María”, y “Elogio de la Bienaventurada Virgen María”. También publicó un escrito en forma de diálogo: “Dialogus Mariae et peccatoris”.

[61] El franciscano Bernardino de Busti es el autor de su voluminoso “Mariale”, obra que alcanzó mucha fama.

[62] Los sermones de Santo Tomás de Villanueva sobre la Virgen, lo dicen todo. Extraordinarios por la exuberancia de citas bíblicas.

[63] Los sermones del “santo maestro” Juan de Ávila son una “delicia al paladar” y un “canto soberano” a la Madre de Dios.

[64] San Alonso de Orozco, nació en Oropesa-España. Tuvo algunos encuentros místicos con nuestra Señora. Escribió algunas obras marianas de importancia: Tratado de las siete palabras de María Santísima (su primera obra dedicada a la Virgen, escrita en el año 1556). Declamationes deiparae Mariae Virginis, Commentaria quaedam in Canticorum, y Tratado de la corona de las doce estrellas (considerada como su principal obra).

[65] San Pedro Canisio, Doctor de la iglesia. En su obra “De Maria Virgine incomparabili et Dei genitrice sacosancta libri quinque”, rebatió admirablemente los errores protestantes.

[66] Francisco Suárez, considerado el “Padre de la mariología española”. Los escritos sobre la Virgen se encuentran en su obra “De mysteriis vitae Christi”, editado también por la BAC. 

[67] San Leonardo de Brindisi, Doctor de la iglesia, perteneció a la Orden  de los Capuchinos. Su “Mariale” es una fabulosa obra compuesta de 84 sermones.

[68] San Roberto Belarmino, Doctor de la iglesia. Uno de los más enconados defensores de la iglesia y de la Virgen. Su obra “Disputationes de controversiis” lo confirma. San Roberto también nos dejó algunos sermones sobre la Virgen.

[69] San Juan Eudes, considerado el “Padre del culto a los Sagrados Corazones de Jesús y María”. Es el autor de una colosal obra: “ El Corazón Admirable de la Madre de Dios”.

[70] Los sermones de Bossuet sobre la Virgen son de una teología profunda. El padre J. B. Terrien, teólogo moderno, en su obra “Madre de Dios y Madre de los hombres” cita párrafos de sus sermones en innumerables ocasiones.

[71] Revisando los excepcionales escritos marianos de San Luis Grignión de Montfort, el gran propagador de la Verdadera Devoción a María, conocido por su “santa y devota esclavitud” a la Virgen, cuya verdadera práctica interior resumida por él, consiste, “en obrar siempre: POR MARÍA, CON MARÍA, EN MARÍA Y PARA MARÍA, a fin de obrar más perfectamente por Jesucristo, con Jesucristo, en Jesucristo y para Jesucristo”. También profetizó en la primera parte de su obra Tratado de la Verdadera Devoción a la Sma. Virgen, lo que sucederá con los apóstoles de los “últimos tiempos”, quienes serán asistidos, protegidos y formados en el seno de la Virgen, motivo por el cual me atrevería  llamar a Montfort “el profeta de la Virgen”. Ninguno como él lo ha expuesto tan claramente. Viendo los signos de los tiempos actuales y lo que han dicho los Papas, ciertamente ya estamos en el  “tiempo de María”.

[72] San Alfonso, Doctor de la iglesia. Autor de las “Glorias de María”, y de otros escritos sobre la Virgen que encontramos esparcido en su extensa obra. Las frases y pensamientos que le dirige a la Virgen son una muestra inconfundible de la profundidad y sencillez con que quiso proclamar sus alabanzas. 

[73] Los escritos del Venerable Guillermo Chaminade aportan un nuevo modo de estar unidos a Jesús en María, mediante una afectuosa e íntima “piedad filial” con la Madre del cielo, que consiste en participar y depender plenamente como hijos suyos, a semejanza de Jesús que en su condición de Hijo, amó y reverenció a su madre la Virgen María como ninguno. Y por otro lado, en la parte espiritual, asemejarnos a Jesús por medio de María, hasta ser formados por Ella en ÉL. Lamentablemente su obra no ha sido suficientemente difundida. En síntesis daré a conocer parte de su espiritualidad mariana expuesta por él mismo: “Todo lo que María lleva en su seno es Jesús mismo, o bien, vive de la vida de Jesús; María con un amor inconcebible, nos lleva siempre como hijitos pequeños, en su casto seno, hasta que, habiendo formado en nosotros los principales lineamientos de Jesús, nos engendra como a ÉL, repitiéndonos continuamente las bellas palabras de S. Pablo: “hijitos míos, por quienes sufro de nuevo dolores de parto, hasta ver a Cristo formado en vosotros” (Ga 4, 19)... El verdadero devoto de la Virgen, no estará mucho tiempo a su servicio, sin llevarse las costumbres y el espíritu de Jesús. Es María quien nos dará esta formación: ¿No se sometió Jesús en todo a María?”.