Permiso eclesiástico

Ofrenda

Breve comentario sobre el libro

Prologo 1ª edición

Presentación 2ª Edición

 

ENTRAR

GUAYAQUIL - ECUADOR

2005

 

Permiso Eclesiástico:

 

Mons. Roberto Pazmiño Guzmán

Vicario General. Arquidiócesis de Guayaquil

25 de Marzo de 1998 

 

Editado por S.V.C.

Telefax (593) – 04  2304488 / 2449212

e-mail: santiagovanegasc@latinmail.com

 

 

Aumentada y revisada 

 

 

Segunda edición, año 2005

ISBN: 9978-40-484-4

 

Derechos de Autor: 011872

 

Impreso en Guayaquil – Ecuador

 

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OFRENDA

 

A tus pies Bendita María, deposito este humilde ramillete, para que todos los hombres de buena voluntad te conozcan y te alaben por siempre, para gloria tuya y de la Santísima Trinidad.

S.V.C.

 

 

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PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN

 

 

 

              Por BERNARDINO CARDENAL ECHEVERRÍA RUIZ, OFM.

 

REINA, SEÑORA Y MADRE de Santiago Vanegas Cáceres  es una antología mariana que recoge, en veintiún apartados, documentos variadísimos referentes todos a la Santísima Virgen nuestra Reina, la que gobierna corazones, hogares, naciones y continentes como Señora de cielos y tierra, y como Madre de Dios y dulcísima Madre nuestra.

 

Aquí se podría repetir lo que han dicho miles de devotos y los más enamorados estudiosos de María. “De María, nunquam satis”. Nunca será suficiente cuanto amemos a María, cuanto estudiemos sobre su casi infinita semblanza, cuanto prediquemos y escribamos para proclamar sus glorias.

 

Como hacendosa hormiga Santiago Vanegas ha ido recopilando todo escrito de interés mariano que ha caído en sus manos y que tras leerlo ha creído interesante transcribirlo y ponerlo en  las manos de devotos y estudiosos. Siempre me había intrigado el significado de las leyendas griegas de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Vanegas ha satisfecho mi curiosidad.

 

En nombre de la Santísima Madre, deseo felicitar de una manera cordial al autor de este libro, por la recopilación que ha hecho de documentos de una Mariología que acapara, de una forma resumida, pero muy sustancial, el culto, la devoción y el estudio, que la Bienaventurada Madre se merece.

 

Ella es maravillosa. Está intercediendo por nosotros como Madre, 24 horas al día, durante toda la vida que Dios nos da y así nos ha demostrado su inmenso amor a través de casi 2000 años.

 

Creo que este libro es idóneo para la gran multitud de almas sencillas que queremos conocer todo sobre María, que deseamos enfervorizarnos con el amor de nuestra Madre para, de una vez por todas, unir nuestro Sí al FIAT de María.

 

Es un honor para mí haber dado un breve esbozo, sobre un libro que ayudará de una forma eficaz a la difusión del amor y del culto a la Madre de Dios.

 

Deseo terminar con un detalle. El autor a la hora de realizar este libro utiliza, como es propio de estos tiempos, el auxilio, de la computación y de la informática. Ruego a Santiago Vanegas que extienda a través del mundo entero los contenidos de mayor impacto de su libro, sirviéndose del púlpito que hoy es la Red de Internet; que llene de frases marianas todas las computadoras que se asomen a esa red internacional. Que la Madre y el Hijo en el Amor del Espíritu Santo bendigan a Santiago Vanegas Cáceres por este esfuerzo que ha hecho para dar a conocer a la Hija Predilecta del Padre, que es María, nuestra REINA, SEÑORA Y MADRE. Quito, a 18 de junio de 1998.           

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BREVE COMENTARIO SOBRE EL LIBRO

 

Si decimos que la verdadera teología es un canto a Dios, podríamos llamar a la Virgen María la primera teóloga: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador” Lc 1, 46s.

 

Y si decimos que las fuentes de la teología son: Sagrada Escritura, Tradición y Magisterio, nos encontramos, pues, en este libro REINA SEÑORA y MADRE, no ante un devocionario mariano con pías reflexiones, sino ante un verdadero escrito teológico completo sobre María, un canto a Dios, por las obras que realizó y realiza en la Theotokos, para el bien de la Iglesia y de toda la humanidad, “Señora del mundo”.

 

María es el punto de arranque de la Nueva Alianza, Nueva Eva, que engendró y dio a luz, a la  salvación definitiva: Cristo, al contrario de la antigua Eva que creyendo al tentador engendró y dio a luz la destrucción, el pecado.

 

Cuando leemos lo que han dicho sobre la Virgen María los santos más grandes de la historia de la Iglesia, nos embarga un emocionado gozo, y un deseo: “Tomarla como norma de vida, a esta maestra divina” (S. Ambrosio). Gozo emocionado que contrasta con la frialdad con que tratan a María nuestros hermanos de las iglesias separadas.

 

Felicitamos al autor de este libro, que ha realizado una larga búsqueda e investigación sobre María. Un buen servicio a la Iglesia.  

 

 Padre Julián Ballesta

 

 Doctor en Teología Espiritual

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PRESENTACIÓN A LA SEGUNDA EDICIÓN       

 

 

Este libro tiene un propósito exclusivo: Dar a conocer a la Madre de Dios, y ser testigos de las maravillas que ha realizado el Señor en su “humilde esclava”. San Buenaventura exclamó: “Gustarte y conocerte, Oh María, es raíz de inmortalidad”, y es cierto, porque para gustar de María primero hay que conocerla, mas aún si queremos amarla.

 

Esta nueva edición, aumentada y revisada, la cual viene complementada por algunos temas de interés, aparece justamente en estos tiempos tan extremadamente difíciles y dolorosos por el que vive y atraviesa la humanidad entera, atacada por "el espíritu del mundo" y "sus apetencias".

 

Es como si el Señor, de un modo particular quisiera preservarnos de todo mal y peligro, y deseara hoy más que nunca que conozcamos y amemos plenamente a María Santísima, su Madre y madre nuestra, y nos refugiemos para siempre en Ella, a la espera de recibir el Nuevo Reino de justicia, de amor y de paz prometido. Así lo presiento.

 

Y nadie mejor que San Luis María Grignión de Montfort interpreta  en estos instantes mi modo de pensar:  ²Pero en la segunda venida de Jesucristo, Maria tiene que ser conocida y puesta de manifiesto por el Espíritu Santo, a fin de que por Ella Jesucristo sea conocido, amado y servido², seguida de esta exclamación que hiciera el mismo santo: "Señor, para que venga tu reino, venga el reino de María!"

 

Dice San Bernardo que “nunca diremos bastante de María”, y esto es verdad, ni aún reuniendo todos los escritos que se han publicado sobre María, la podríamos abarcar. Este escrito, en ningún momento pretende ser un tratado, es apenas una recopilación de una pequeñísima parte de lo que todas las generaciones le han cantado.

 

Ella es la Reina de los cielos y de la tierra, real Señora colmada de poder y grandeza, a la cual el Padre eterno le ha concedido el sublime “oficio” de ser Madre de Dios y madre nuestra. En estas tres palabras que acentúo (título del libro), sintetizo el pensamiento de la presente obra. Y no serán mis palabras, sino las de la iglesia entera, con su doctrina, y la de todos los santos, junto con los hechos, los que testimoniarán de la Virgen María, “Trono de la verdadera Sabiduría”.

 

 

Dejémonos enseñar por Ella. Ella quiere ser nuestra “maestra” y “nuestra formadora”. La misión de la Virgen es conducirnos a su Hijo, y qué mejor, y bello medio nos ha proporcionado el Altísimo al confiarnos a su mismísima Madre para que nos lleve a su gloria. No seamos indiferentes con la Virgen, no despreciemos este “canal de la gracia” que Dios nos ha regalado. Acudamos a Ella confiadamente, como niños pequeños que buscan los brazos de su madre y seremos favorecidos; mas aún si le servimos con singular y tierno afecto, la recompensa será muy grande en los cielos, porque serán incalculables los bienes eternos que nos esperan.

 

Digamos como el gran San Ambrosio: “Que en todos resida el alma de María para glorificar al Señor; que en todos resida el espíritu  de María para exultar en Dios”. Y para culminar, como dice otro enamorado de María, San Antonio María Claret: “Deseo con todo mi corazón que todos los reinos, provincias, ciudades y pueblos, con los hombres, mujeres, niños y niñas que están en ellos, conozcan, amen, sirvan y alaben a María Santísima con el fervor con que lo hacen los Bienaventurados en el cielo”.

 

Si en algo este escrito puede servir y ayudar a inflamar el celo por amar y servir a la augusta madre, A ELLA SEA TODA LA GLORIA.

 

Mi agradecimiento imperecedero a todos y cada una de las personas que hicieron posible esta nueva publicación. Que Dios les devuelva el ciento por uno, y la Virgen Santísima los cubra con su manto sagrado.

                                                                                                                       

                                                                                                                       El autor

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